ESPECIALISTA:
Dr. Javier Azúa Romeo

Es la rama de la medicina que estudia los efectos que produce la enfermedad en los órganos del cuerpo, en ambos aspectos, macroscópico y microscópico. El objetivo principal de la anatomía patológica es identificar las anomalías que pueden ayudarnos a diagnosticar y tratar las enfermedades. Aunque uno de los usos más frecuentes de la anatomía patológica es ayudarnos a diagnosticar varios tipos de tumores, también es útil para evaluar otras enfermedades, por ejemplo, las enfermedades renales, las enfermedades hepáticas, las alteraciones autoinmunes y las infecciones. De hecho, en la mayoría de los hospitales, todos los tejidos que se extraen durante el procedimiento quirúrgico deben ser estudiados por un patólogo.

La anatomía patológica es en cierto modo diferente de la patología clínica (o medicina de laboratorio), que consiste en la medición de los constituyentes bioquímicos de la sangre y otros líquidos biológicos (química clínica), análisis de las células sanguíneas (hematología), e identificación de los microorganismos (microbiología), por nombrar algunos ejemplos. Mientras que la mayoría de las pruebas descritas podrían clasificarse como patología clínica, muchas se usan junto con los procedimientos de anatomía patológica. De hecho, los avances técnicos están difuminando la diferencia entre ambas áreas. Los solapamientos incluyen, por ejemplo, la citometría de flujo, citogenética y patología molecular, que pueden realizarse en ambas muestras de tejido y sangre o en líquidos biológicos corporales. Por lo tanto, algún conocimiento de esta rama de la medicina puede ayudar a comprender mejor las pruebas que tú o tu médico de familia puede considerar necesarias para diagnosticar, realizar el seguimiento y tratar la enfermedad.

En la anatomía patológica se pueden considerar dos subdivisiones principales:

La histopatología, que consiste en el examen al microscopio del tejido intacto resultante de la biopsia o la cirugía. Con frecuencia se realizan técnicas especiales de tinción y otras pruebas asociadas, como el uso de los anticuerpos para identificar los diferentes componentes del tejido.
La citopatología (citología), que es el estudio al microscopio de una célula o pequeños grupos de células producidas por el raspado o la aspiración del líquido o tejido. Una prueba común de citología es el estudio del frotis cervical con la tinción de Papanicolaou (Pap). A menudo, los técnicos revisan las preparaciones y comunican los resultados, pero en muchos casos, es el patólogo el que proporciona el resultado definitivo al médico.
Los patólogos también realizan los estudios post-mortem (autopsias). Una autopsia puede realizarse después de que una persona ha muerto de una enfermedad que, por cualquier razón, no pudo ser correctamente diagnosticada antes de la muerte. El médico deberá solicitar el consentimiento informado para realizar la autopsia. Si la causa de la muerte es sospechosa o relacionada con una actividad ilegal, la autopsia será realizada por un médico forense. En las autopsias médico-legales no se precisa el consentimiento informado del familiar más cercano.